29 de julio de 1967,
el día en que
un rugido estremeció
un rugido estremeció
a Caracas
El violento sismo afectó mayormente a las zonas de Altamira, Los Palos Grandes y Litoral Central. Los que vivieron este trágico suceso nunca podrán olvidar la destrucción total de cuatro de los edificios de las zonas mencionadas.
Daniel Murolo
La Región
Últimos días del mes de julio de 1.967. Caracas, celebraba su semana aniversario, el día 25 había cumplido 400 años de fundada. Desfile de carrozas, fuegos artificiales y conciertos al aire libre, eran parte de las actividades organizadas por el gobierno de entonces para celebrar el cuatricentenario.
“Recuerdo la gran fiesta que se efectuó en el Salón Venezuela del Círculo Militar, para la coronación de Elsy Manzano, nuestra reina cuatricentenaria, quien pasó a ser todo un personaje, ya que tendrían que pasar 100 años más para elegir a una nueva soberana”, recuerda María Teresa Vargas, quien con 82 años de edad, narra perfectamente lo ocurrido hace 44 años.
Últimos días del mes de julio de 1.967. Caracas, celebraba su semana aniversario, el día 25 había cumplido 400 años de fundada. Desfile de carrozas, fuegos artificiales y conciertos al aire libre, eran parte de las actividades organizadas por el gobierno de entonces para celebrar el cuatricentenario.
“Recuerdo la gran fiesta que se efectuó en el Salón Venezuela del Círculo Militar, para la coronación de Elsy Manzano, nuestra reina cuatricentenaria, quien pasó a ser todo un personaje, ya que tendrían que pasar 100 años más para elegir a una nueva soberana”, recuerda María Teresa Vargas, quien con 82 años de edad, narra perfectamente lo ocurrido hace 44 años.
Entre actividades festivas llegó el sábado 29 de julio, “otro día que los venezolanos pensábamos que iba a ser de celebración”, recuerda María, agregando que esa noche a las 7:30 comenzó la transmisión del Miss Universo, “evento en el cual nos representaba la bella Mariela Pérez Branger, caraqueña de clase social alta, con un perfecto dominio del inglés, el cual demostró en la conversación que mantenía con el presentador del evento”.
Cuando los relojes marcaban las 8:00 de la noche y el conductor del Miss Universo estaba a punto de revelar los nombres de la primera finalista y de la nueva Miss Universo, la tierra rugió. “Es sonido quedó grabado por mucho tiempo en la mente de los que fuimos protagonistas de tan trágico suceso”.
35 segundo de pánico
A las 8:00 de la noche del 29 de julio de 1967 nadie pudo ver el momento en que Mariela Pérez Branger y Silvia Hichtcock, la candidata de Estados Unidos, se cogieron de la mano y esperaron que el presentador dijera quien había resultado ganadora del certamen, un bravo rugido y un violento estremecer de la tierra paralizaron, momentáneamente, a los habitantes de la capital y ciudades adyacentes como Los Teques.
“La alegría, que sentíamos por la celebración aniversaria de Caracas y el posible triunfo de nuestra candidata, se transformó en tragedia”, reseña María, quien aquella noche se encontraba junto a sus hijos y esposo viendo la televisión en su vivienda ubicada en el sector El Trigo de la capital mirandina. “En Los Teques se sintió con tanta fuerza que de solo acordarme me estremezco”.
Bastaron 35 segundos para que un fuerte movimiento telúrico dejara un balance de más de 300 muertos, alrededor de tres mil heridos, pérdidas materiales millonarias, sin contar las personas que nunca aparecieron. Las festividades cuatricentenarias fueron suspendidas. El terremoto de 6,5 en la escala de Richter tuvo su epicentro en las costas venezolanas, entre Arrecifes y Naiguatá, aproximadamente a 70 kilómetros.
Cuando los relojes marcaban las 8:00 de la noche y el conductor del Miss Universo estaba a punto de revelar los nombres de la primera finalista y de la nueva Miss Universo, la tierra rugió. “Es sonido quedó grabado por mucho tiempo en la mente de los que fuimos protagonistas de tan trágico suceso”.
35 segundo de pánico
A las 8:00 de la noche del 29 de julio de 1967 nadie pudo ver el momento en que Mariela Pérez Branger y Silvia Hichtcock, la candidata de Estados Unidos, se cogieron de la mano y esperaron que el presentador dijera quien había resultado ganadora del certamen, un bravo rugido y un violento estremecer de la tierra paralizaron, momentáneamente, a los habitantes de la capital y ciudades adyacentes como Los Teques.
“La alegría, que sentíamos por la celebración aniversaria de Caracas y el posible triunfo de nuestra candidata, se transformó en tragedia”, reseña María, quien aquella noche se encontraba junto a sus hijos y esposo viendo la televisión en su vivienda ubicada en el sector El Trigo de la capital mirandina. “En Los Teques se sintió con tanta fuerza que de solo acordarme me estremezco”.
Bastaron 35 segundos para que un fuerte movimiento telúrico dejara un balance de más de 300 muertos, alrededor de tres mil heridos, pérdidas materiales millonarias, sin contar las personas que nunca aparecieron. Las festividades cuatricentenarias fueron suspendidas. El terremoto de 6,5 en la escala de Richter tuvo su epicentro en las costas venezolanas, entre Arrecifes y Naiguatá, aproximadamente a 70 kilómetros.
El violento sismo afectó mayormente a las zonas de Altamira, Los Palos Grandes y Litoral Central. Los que vivieron este trágico suceso nunca podrán olvidar la destrucción total de cuatro de los edificios de las zonas mencionadas: el Neverí y Palace Corvin en Altamira y Mijagual y San José en Los Palos Grandes, se derrumbaron entre nubes de polvo y ante los ojos de muchas personas, como castillos de naipes. Asimismo, quedaron gravemente afectados el Blue Palace, Royal Coral y Roxul.
En el litoral central, la zona de Caraballeda fue la más afectada, el edificio conocido como Mansión Charaima perdió los últimos cinco pisos y el Hotel Macuto Sheraton sufrió graves daños en sus estructuras.
Después del terremoto, siguieron más de 30 réplicas de menor intensidad, que de igual forma llenaron de pánico a toda la comunidad. Después... “el cielo lloró. Una pertinaz lluvia acompañó a todas aquellas personas que no entendíamos aquel inmerecido suceso que la naturaleza nos dio, en una fecha que sólo debió ser de alegría y felicidad”.
Tanto para María, como para el resto de los que recuerdan hoy el siniestro, conocido como el “terremoto de Caracas”, hay dos hechos que llamaron la atención: el primero de ellos fue la predicción de una vidente europea de apellido Maratti, quien el año anterior (1966) había vaticinado que, a mediados de 1967, la ciudad de Caracas sería abatida por un fuerte sismo, dejando una estela de dolor, y el otro fue la Cruz de Caravaca de La Catedral que durante el terremoto cayó desde lo alto, dejando su clara marca en el piso.
¿Terremoto en puertas?
Caracas es una ciudad de alto riesgo sísmico, con una periodicidad de terremotos de alrededor de treinta años. Para los expertos predecir cuándo ocurrirá el próximo sismo es arriesgado, pero aseguran con certeza que el último ocurrió en 1967, y que faltan menos años para que ocurra el próximo.
Historia sísmica
Caracas ha sido atacada por movimientos telúricos desde 1641 cuando se registró un terremoto grado 7. En 1766 fue de 7.7. En 1812 el movimiento superó los 8 grados y destruyó gran parte de la ciudad, que entonces tenía una población de 50 mil habitantes, 10 mil murieron con el impacto, en otras ciudades perecieron otras 16 mil por la misma causa.
En 1878 se originó otro en escala de 6.1. En 1900 un movimiento de grado 8, provocó la muerte de 140 personas, registrándose 250 pequeños temblores adicionales en los siguientes tres años. En 1967 ocurrió el conocido terremoto de Caracas que alcanzó grado 6.5, el cual generó la muerte de 300 personas, 4 edificios colapsados, algunos de estos construidos con técnicas antisísmicas. Un movimiento en esta última escala es considerado como uno de los menos peligrosos.
En el litoral central, la zona de Caraballeda fue la más afectada, el edificio conocido como Mansión Charaima perdió los últimos cinco pisos y el Hotel Macuto Sheraton sufrió graves daños en sus estructuras.
Después del terremoto, siguieron más de 30 réplicas de menor intensidad, que de igual forma llenaron de pánico a toda la comunidad. Después... “el cielo lloró. Una pertinaz lluvia acompañó a todas aquellas personas que no entendíamos aquel inmerecido suceso que la naturaleza nos dio, en una fecha que sólo debió ser de alegría y felicidad”.
Tanto para María, como para el resto de los que recuerdan hoy el siniestro, conocido como el “terremoto de Caracas”, hay dos hechos que llamaron la atención: el primero de ellos fue la predicción de una vidente europea de apellido Maratti, quien el año anterior (1966) había vaticinado que, a mediados de 1967, la ciudad de Caracas sería abatida por un fuerte sismo, dejando una estela de dolor, y el otro fue la Cruz de Caravaca de La Catedral que durante el terremoto cayó desde lo alto, dejando su clara marca en el piso.
¿Terremoto en puertas?
Caracas es una ciudad de alto riesgo sísmico, con una periodicidad de terremotos de alrededor de treinta años. Para los expertos predecir cuándo ocurrirá el próximo sismo es arriesgado, pero aseguran con certeza que el último ocurrió en 1967, y que faltan menos años para que ocurra el próximo.
Historia sísmica
Caracas ha sido atacada por movimientos telúricos desde 1641 cuando se registró un terremoto grado 7. En 1766 fue de 7.7. En 1812 el movimiento superó los 8 grados y destruyó gran parte de la ciudad, que entonces tenía una población de 50 mil habitantes, 10 mil murieron con el impacto, en otras ciudades perecieron otras 16 mil por la misma causa.
En 1878 se originó otro en escala de 6.1. En 1900 un movimiento de grado 8, provocó la muerte de 140 personas, registrándose 250 pequeños temblores adicionales en los siguientes tres años. En 1967 ocurrió el conocido terremoto de Caracas que alcanzó grado 6.5, el cual generó la muerte de 300 personas, 4 edificios colapsados, algunos de estos construidos con técnicas antisísmicas. Un movimiento en esta última escala es considerado como uno de los menos peligrosos.
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