Solo un pensamiento...


Las palabras dichas son llevadas por el viento y olvidadas la mayoría de las veces, pero las escritas no conocen de tiempo, son perennes. En honor a ellas; algunos de mis trabajos. 





jueves, 27 de diciembre de 2012

La rumba se arma todas las tardes a bordo de un autobus

A Coche la conocí a bordo de una Chiva

Daniel Murolo 
Diario La Región / Revista Dossier
Observar un atardecer desde lo alto de la colina que domina el paisaje es simplemente alucinante. Cuando se llega a este punto de Coche, se entiende perfectamente aquella leyenda local que asegura que el 80% de la población de la isla fue concebida gracias a los poderes afrodisíacos de esta bahía. La magia de Playa Amor te envuelve, te arrastra a creer que Cupido existe.

Enclavada al sur de la isla, su extensa costa de arcilla conformada por altos riscos se tiñen de rojo intenso al llegar el atardecer. “Aquí entran 2 y salen de 3 a 4”, dice entre risas Milagro Salazar, guía de la famosa Chiva Rumbera, servicio de tours que diariamente traslada hasta este punto a decenas de turistas.

La Chiva Rumbera recorre varias veces al día la isla
Mi recomendación es recorrer este islote, ubicada al sur de Margarita, a bordo de uno de uno de estos autobuses que fueron cuidadosamente transformados para prestar un servicio que no sólo te lleva a ver el atardecer desde Playa Amor, sino a otros sitios de interés turístico e histórico.

La primera parada es en la antigua salina de Coche, punto donde funcionó por muchos años una empresa procesadora de sal. Media docena de montañas del producto brillan con los intensos rayos del sol, mientras Milagros narra su historia. Al retirarte te entregan una bolsa llena de piedras de sal, mientras te explican sus múltiples beneficios.

A pocos minutos de recorrido y luego de atravesar San Pedro de Coche, capital del municipio Villalba, la Chiva se detiene frente a la “Piedra de Piache”. La gruta está ubicada muy cerca de la Plaza Bolívar de la población, la leyenda dice que si esta enorme piedra se cae la isla se hunde en el mar. Por si acaso, los residentes han colocado bases y enormes palos para evitar que se desprenda.

La salina está ubicada muy cerca de la zona hotelera
La siguiente parada es en el cementerio de conchas marinas, al cual se llega luego de bordear la costa y observar, con suerte y dependiendo de la época del año, una gran cantidad de flamingos que aprovechan la tranquilidad del mar en este punto de Coche para alimentarse.

Al igual que la salina, el llamado cementerio está dominado por montículos de millones de conchas, las cuales llegaron hasta allí proveniente de una antigua fabrica que enlataba pepitonas y otros frutos del mar. Actualmente es la materia prima utilizada por los artesanos de la zona para elaborar souvenir. La Virgen del Valle, Jesús Crucificado, casas, barcos, collares y pulseras son elaborados con estas conchas. 

Playa Amor es uno de los destinos turisticos de Coche
La rumba se arma durante el viaje de regreso. Sin previo aviso y aprovechando la oscuridad de la noche (si usted toma el último tours del día), los guía encienden algunas luces ubicadas estratégicamente dentro del autobús y en minutos la Chiva se convierte en una disco sobre ruedas.

El retorno a la zona hotelera de Coche se hace corto gracias a la música y la animación de Milagro, quien se encarga de sacar a bailar salsa y reguetón a todos, sin importar edad o procedencia. “Si eres gringo y no sabes menear las caderas, tranquilo, aquí te enseñamos”, agrega. 

Si en sus planes está conocer Coche, no dude en hacer este tours. Contactarlos es sencillo, pues todo el mundo los conoce y en pocos años han logrado que la Chiva Rumba, que comenzó con una unidad y ya alcanza la docena, se convierta en uno de los negocios más productivos de la isla. Sin duda, un ejemplo a seguir en otras latitudes de nuestra hermosa Venezuela.

Fotos: Daniel Murolo

lunes, 19 de noviembre de 2012

La historia de la foto que le dio la vuelta al mundo






Un Ovni junto a la 
torre de la Catedral 
de Los Teques




Daniel Murolo
La torre de la Catedral y de fondo la luna llena. Esa, fue la primera imagen que vino a la mente de Leopoldo Olivares cuando la directiva del medio para el que trabajaba le encomendó una imagen “especial” para la portada del semanario El Mirandino, edición para celebrar los 200 años de elevación de Los Teques a parroquia eclesiástica.

Era un viernes de octubre de 1977. Olivares, reconocido reportero gráfico de la capital mirandina, tenía planeado salir con algunos amigos. “Era una de esas noches que la luna estaba particularmente hermosa”, recuerda, por lo que al pasar por la plaza Bolívar y observar que las condiciones estaban dadas para lograr la imagen, decidió regresar a su casa en busca de la cámara.

“Instalé mi equipo frente a la Catedral, apunte hacía la torre y me concentré en hacer la foto que quería”, en cuestión de segundos comenzó a escuchar murmullos de las personas que lo acompañaban, “al principio no entendía, hasta que uno dijo claramente: hay un Ovni”.

“Aunque tuve la percepción de que algo estaba sucediendo, no observe la figura como tal a través de mi lente, pero sentí algo extraño, aún así me concentré y seguí disparando”. 

Foto: Alfredo Pereira
No recuerda con precisión la hora, sólo que ante la insistencia de quienes lo acompañaban y con el objetivo de despejar dudas, se dirigió a su casa a revelar la película. “Cuando tuve la foto en mis manos no lo podía creer, efectivamente estaba plasmada la figura de lo que parecía ser un platillo volador”.

- El día lunes, me dirigí a la redacción del periódico para el cual trabajaba y le mostré la gráfica al jefe de redacción. Se quedó atónito y llamó a unos colegas de Radio Rumbo para que me entrevistaran en el programa del mediodía. En el espacio radial se armó un escándalo con la noticia. Todos querían publicar la foto.

Fue una semana después cuando colegas y amigos lograron convencer a Olivares para que hiciera publica la foto, pues los titulares hablaban de la aparición de un Ovni en Los Teques, pero no había sido publicada la gráfica. “Me llamaron del Diario 2001 y las agencias de noticias internacionales y se las vendí”.

El impacto que causó aquella imagen de un Ovni junto a la torre de la Catedral fue instantáneo. La foto circuló en países como Francia, España, México y República Dominicana. Ante los críticos que aseguraban que la gráfica era trucada o se trató de un fenómeno óptico el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, intervino para someterla a estudio. “Se determinó que la película no había sufrido alteraciones”.
Luego de su publicación a nivel mundial la vida de Olivares experimentó un giro de 180 grados. “Me llevó a Europa, donde conocí a intelectuales y muchas personas que han escrito libros sobre Ovnis y que aseguraban haber tenido contacto con estos objetos. Se me abrieron las puertas”.

Pero más allá del revuelo mundial que causó hace 35 años “la visita de un Ovni en la capital mirandina”, Olivares destaca que fue el leer el nombre de Los Teques en todo el mundo y ver la torre de la Catedral San Felipe Neri, símbolo de la ciudad, en muchas primeras páginas de diarios de Venezuela e internacionales lo que más satisfacción le generó.

Por estos días a Olivares se le puede observar con frecuencia en la plaza Bolívar, sentado junto a viejos amigos, recordando con frecuencia el día que, desde ese mismo punto de su ciudad natal, tomó la foto que le dio la vuelta al mundo y lo hizo famoso.



martes, 16 de octubre de 2012

Orlando Lista:

“Un sueño me reveló que
 no era hora de morir”


El momento más duro de la experiencia, fue enterarse que su mejor amiga había fallecido en el accidente, ocurrido en el elevado de San Antonio de los Altos y ampliamente reseñado por los medios de comunicación social

Daniel Murolo 
Edición Aniversario La Región 
“Yo nunca subía el elevado, siempre pasaba por debajo, pero ese día decidí tomarlo”, narra Orlando Lista. Su último recuerdo: las luces de un vehículo que cegaron su vista, luego un  profundo silencio, interrumpido por sirenas y las luces de los carros de emergencia y una voz que decía “este está vivo, sáquenlo”.

No había manera de maniobrar, de esquivar el carro que venía de frente. “Estaba comenzando a subir el elevado de San Antonio en dirección a la redoma, iba escuchado música, hablando con las muchachas”.

Su primer recuerdo posterior al accidente es el techo blanco de la sala de emergencia del Hospital Victorino Santaella y una enfermera interrogándolo. “Lo primero que pensé fue que no estaba en mi casa, ella me dijo que había tenido un accidente, que le diera el número de algún familiar, pero yo no recordaba nada, absolutamente nada, ni siquiera de con quien estaba”.

Había borrado de su memoria que esa noche había ido a buscar a su mejor amiga a una fiesta en las residencias La Churuata y que al llegar Melisa estaba con Elizabeth, a quien conocía de antes y que le había presentado a dos amigas más: Karen y Andrea.

Que luego de conversar en el estacionamiento del complejo residencial y de que las chicas se tomaron algunas fotos, se subieron a su vehículo y partieron a la capital mirandina, hasta donde le habían pedido la cola, fue justo cuando en la avenida Perimetral de San Antonio, decidió tomar el elevado.

Ahora estaba en la sala de emergencia del Santaella. “Recuerdo que a la típica pregunta `qué día es hoy´ que hacen las enfermeras tras un accidente,  respondí julio de 2005, pero estaba equivocado, era 12 de febrero de 2006”.

“Luego de concentrarme logré darle el teléfono de Alba, quien para entonces era mi novia. Inicialmente ella dudó que fuera cierto al recibir la llamada, pues yo la había dejado en su casa y se suponía que yo estaba en la mía. Fue muy impactante para Alba llegar esa madrugada al centro asistencial y ver lo que me había pasado”.

Orlando presentaba fractura a nivel del húmero izquierdo, el hueso se había fragmentado en tres partes, tenía desprendimiento de la pelvis, así como lesiones en los nervios del brazo izquierdo y contusiones en el rostro que incluían desprendimiento del labio y trozos de vidrio en los ojos. Fue trasladado en pocas horas al Hospital Militar de Caracas.

A los 14 días del siniestro fue intervenido quirúrgicamente, la operación para reconstruir sus huesos duró cerca de 8 horas. “Tres días después, es decir casi 3 semanas luego del accidente, fue que mi madre me reveló lo más duro de todo”, recuerda.

Melisa, su mejor amiga, junto a Karen habían muerto de forma instantánea en el impacto. Elizabeth fallecía pocas horas después en la emergencia del Santaella. Sólo habían sobrevivido él y Andrea.

“Quede en shock, yo solo recordaba haber estado con Melisa, pero no con las otras chicas, me sentía responsable, ese día no quise hablar con nadie, sólo me cubrí con la sabana hasta la cabeza y me aislé del mundo”.

Algunos días después tuvo un sueño que le trajo calma. “Estaba dentro de un ascensor con las chicas, Melisa me veía y sonriendo me dijo: no te preocupes amigo, tu vas a estar bien, nosotros te vamos a ayudar. Básicamente un sueño me reveló que no era hora de morir””.

Orlando estuvo cerca de 3 meses en silla de ruedas y necesitó de mucha terapia para volver a caminar. “Hoy día aún presento problemas en mi mano izquierda, pero estoy convencido de que ellas me cuidan donde quiera que estén, por alguna razón ese día sobreviví y estoy muy agradecido a Dios por esa segunda oportunidad”. 


“Estoy muy agradecido a 
Dios por esa segunda oportunidad”

martes, 2 de octubre de 2012

Elizabeth Morales, actríz venezolana residenciada en España:






“Me arrepiento de haber votado por Chávez”


Daniel Murolo
Entrevista para La Región

"Me arrepiento de haber votado por él y creo que como yo, mucha gente”, sentencia la actriz venezolana Elizabeth Morales tras detallar la razón: “¿Qué me decepcionó? Sencillo, que no hizo absolutamente nada de lo que prometió en campaña, nos vendió el tipo de presidente que necesitaba Venezuela y que queríamos los venezolanos.Al ver que se estaba alejando muchísimo de lo que había ofrecido, dije que va, este es uno más del montón o peor”.

Morales, quien tiene 8 años viviendo en Islas Canarias (España), conversó con el diario La Región no sólo sobre sus proyectos actuales sino también sobre cómo observa desde el exterior el panorama político de Venezuela, a una semana de las elecciones presidenciales. 

“A mi siempre me ha gustado ser frontal y decir con quien estoy y con quien no”, agrega la joven artista que ganó fama en Venezuela al trabajar en 17 telenovelas y un importante número de películas. “A mi toda la vida me encantó Capriles, creo que es el candidato adecuado, y te digo creo, porque yo voté por Chávez”, aclara. 

Recuerda que en el año 98, cuando Chávez gana la presidencia, acababa de ser estrenada la película “Amaneció de Golpe” donde interpretaba un personaje importante, “un día en un programa de televisión Chávez dijo que había visto la película y que le había  encantado la escena en la que yo actuaba junto a Frank Espano, un actor que por cierto está  acá en España; para mí ese momento fue emocionante, que el Presidente me nombrara, yo era su fan enamorada. No sé cuánto tiempo pasó desde que él ganó para que yo me preguntara `qué hice´, pero fue poco”.

Asegura que detesta la polarización política que vive actualmente el país, “aplaudo la unidad de la oposición aunque a veces desconfío que sea real, es que es tan fuerte ese cáncer en Venezuela de que todo el que entra en política lo hace para beneficiarse y tener poder; tiene que ser una persona muy inteligente y que realmente ame a Venezuela el próximo presidente”. 

Admite que tras casi una década fuera de su patria, de la que asegura salió obligada ante la inseguridad, ya no le hace seguimiento a lo que ocurre políticamente en Venezuela tan frenéticamente como al principio. “Obviamente estoy muy pendiente cuando hay elecciones, como ahora, porque siempre he ido y seguiré yendo a votar, es que no puedo desligarme de mi país, y aunque estoy lejos lo que pueda hacer desde aquí lo haré”.

“No puedo quedarme callada”

Morales recuerda lo difícil que fueron sus últimos meses en Caracas antes de tomar la decisión de hacer maletas e irse. “Yo viví la parte de apoyar mi canal, a mis compañeros, a mi jamás Venevisión me obligó a ir a una marcha o apoyar el paro, lo hice porque yo quería. Salí -de Venevisión- por razones económicas, luego del paro el canal se vio en la obligación de despedir a todos esos actores que llevábamos años siendo exclusivos”.

- Luego que me fui me enteré que otros compañeros no podían abrir la boca en los pasillos ni en ningún lado porque para seguir funcionado como empresa tenían que callar muchas cosas. Cuando pasó lo de Fabiola Colmenares en el Teatro Teresa Carreño, que yo le hago seguimiento a la noticia pues ya vivía acá, entendí que si me hubiese quedado en Venezuela no habría podido seguir trabajando en televisión porque  seguramente habría estado apoyando a Fabiola, quien estaba con los estudiantes. Que triste que una actriz no pueda actuar como ciudadana común y apoyar lo que quiera y seguir trabajando.

“Es que no puedo, me ahogaría, explotaría, si yo tengo que hacer creer que estoy de acuerdo con lo que está pasando políticamente en Venezuela para poder comer”, agrega.

El poder del voto

Admite que siente mucha rabia cuando el CNE da los resultados y revela un alto porcentaje de abstención. “Yo sé que han cambiado muchas cosas en los 8 años que llevo fuera pero  quisiera recuperar ese tipo de juventud de mi época, yo soñaba  cumplir  18 años para   votar porque para mí era emocionante saber que en mis manos estaba el rumbo de mi país,  no puedo comprender que hoy un joven de 18 años no tenga  ganas y voluntad de ir a ejercer su derecho”.

- Esta generación es muy importante porque es la que ha crecido viviendo ese cambio tan fuerte de Venezuela en muchos sentidos;  estoy segura que tienen padres, tíos y hermanos mayores que seguramente les han contado como era el país antes. Por favor, en sus manos está poder cambiar nuestro país, si tú como joven estas de acuerdo con la Venezuela que estás viviendo, pues tu voto es tuyo, porque también respeto a los que piensan diferente.

“Hasta que el divorcio nos separe”

Es el nombre de la obra de teatro que Elizabeth estrenará la próxima semana en Santa Cruz de Tenerife, una comedia que protagoniza junto al actor Leonardo Abreu y que está dirigida y producida por el periodista Aldo Tejera, todos venezolanos. La historia de esta comedia se desarrolla en el consultorio de una innovadora terapista matrimonial llamada Confessing que busca explorar ciertos desafíos para que las parejas confiesen sus infidelidades ante la ya muy escuchada frase “quiero el divorcio”. Morales no descarta que el próximo año traiga a Venezuela el montaje que a pesar de haber   sido estrenado ya ha causado mucha expectativa entre el público español.
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domingo, 30 de septiembre de 2012

Entrevista exclusiva al Vicepresidente de la República, Elías Jaua:

“En Los Teques nació mi semilla política”

“Estamos trabajando con toda la maquinaria bolivariana para lograr la victoria de Chávez en Miranda, entre otras cosas para darle una lección moral a quien llegó a la gobernación para utilizarla como una plataforma política”

Daniel Murolo
Entrevista para La Región
“Coño chamo dile que yo voy a votar por el comandante, pero que hagan algo por la inseguridad porque nos está matando”, me dice el mototaxista al dejarme frente a la sede de la Vicepresidencia de la República. El mensaje es claro y directo para el hombre que ocupa el segundo cargo en importancia del Estado, y quien no duda en admitir que ese es el primer problema que aqueja a los venezolanos.

Su despacho es amplio y silencioso. Una especie de búnker que aunque ubicado en pleno centro de la ciudad, a un costado de la avenida Urdaneta, arteria vial eternamente congestionada, se mantiene tranquilo, pacífico, similar a la actitud que caracteriza a quien hoy lo ocupa, Elías Jaua.

“Miranda es el estado con mayor índice de inseguridad, no lo era hace cuatro años, pasó de estar en el tercer o cuarto lugar al primero, técnicamente se duplicó la tasa de homicidios”, reseña sobre el tema que tanto preocupa a la sociedad, reflejada en el mensaje del mototaxista.
Y aunque deja claro que en la actualidad los esfuerzos estás centrados en lograr la “victoria perfecta” del presidente Chávez el próximo domingo, aclara que en diciembre, tras realizarse las elecciones de gobernadores en las que aspira ganar, una vez asuma la gobernación de Miranda, esa será la primera tarea que lo ocupará. 

“Hay áreas fundamentales como las políticas de seguridad, colocar la policía de Miranda a la orden del nuevo modelo policial, comenzar un proceso de formación en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) para lograr la tasa de encuadramiento, invertir recursos en equipamiento, tanto con dinero de la gobernación como del Estado”. 

Pero no se trata solo de aumentar el número de uniformados bien dotados en las calles, apuesta  a la recuperación de espacios para los jóvenes, “el tema de la seguridad no es sólo represivo, sino de crear condiciones para que la juventud tenga un referente distinto a la violencia, las drogas y armamento”.

Cree fundamental incorporar a la gobernación a la política de desarme que según detalla, está adelantando la comisión nacional, “es decir, aplicar lo que ya está siendo exitoso en parroquias como Catia y La Vega, que es un nuevo modelo de seguridad, en todo nuestro estado”.
¿Cual es la evaluación que hace como vicepresidente de la gestión actual Gobernador de Miranda?
- No se puede evaluar la gestión de Capriles en Miranda porque sencillamente no existe, en materia de seguridad duplicó la tasa de homicidios, ese es el balance  de quien ofrece resolver el problema a nivel nacional en un año, cuando en tres años lo profundizó, especialmente en Los Teques,  una ciudad que era tranquila.
“A mi me duele mucho esa ciudad, ayer -el jueves- la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tomó la avenida Víctor Baptista a solicitud mía, los llamé y les pedí que por favor junto al Cicpc hicieran un trabajo de inteligencia para saber qué es lo que pasa, porque en esa avenida todos los fines de semanas hay homicidios, al igual que otras zonas como Guaremal y El Nacional”, destaca, tras agregar que quien han dado la cara  ante esa realidad “es el Gobierno Nacional con la Guardia del Pueblo y la ayuda de la policía municipal”.

- En materia de vialidad local tampoco hizo nada, las vías nacionales son nuestra responsabilidad y nunca la hemos eludido, se le fueron 4 años diciendo `es que no es nuestra competencia´. Un gobierno más allá de las correspondencias legales tiene un compromiso con un pueblo, en Barlovento la vialidad la recuperamos nosotros, así como la Troncal 9 y carretera de El Jarillo ante su indiferencia.

Asegura que Capriles “acabó con las misiones en la entidad, le retiró el servicio de ambulancias a los CDI y a los Barrio Adentro, mientras que en materia social lo único que hubo fue sabotaje a las políticas del Gobierno Nacional”.

- En vivienda, contrario al espíritu de la Constitución que obliga a que el pueblo tiene derecho a una casa digna, en Miranda volvieron a la política de los adecos y copeyanos de repartir láminas de zin y bloque, dan 20 mil Bs. para que construyan los ranchos en el mismo sitio, entre pozos de cloacas; esa es la visión de un burgués como él de como debe vivir el pueblo. Lo que hubo fue el uso de nuestra gobernación y nuestros recursos para proyectarse y lograr la candidatura a la presidencia.
Transformando Los Teques
 Jaua se conoce cada rincón de Los Teques, no porque visite a menudo la ciudad, sino porque vivió parte de su infancia las calles El Vigía, Campo Elías y El Cementerio, de allí su empeño en “rescatar y transformar” la capital mirandina.

- En Los Teques nació mi semilla política, era una ciudad insurreccional, siempre lo ha sido, en la época de los 70 cuando vivía allá, había guerrilla urbana, lo ocurrido en Garabato o el tren de El Encanto, fue un epicentro de la resistencia contra la cuarta república.

“Nunca he dejado de ir, porque tengo buenos amigos, por actividades políticas, hace un par de años vi la ciudad tan deteriorada que me preocupé mucho  y se lo planteé al presidente Chávez y gracias a Dios he contado con su apoyo, logramos esa inversión que nos ha permitido todas esas mejoras viales y recuperación de los espacios públicos”.

Recuerda que en 2006 se inició esa misión con la inauguración de la línea 1 del Metro Los Teques, inmediatamente la construcción de la linea 2 cuya excavación en la actualidad se encuentra en el municipio Carrizal. “Para los primeros días de diciembre vamos a tener en operación la estación Guaicaipuro, para el último trimestre del 2013 la estación Independencia y para los primeros meses 2014 las de Carrizal y San Antonio; igualmente ya se están haciendo los estudios para continuar hasta La Rinconada para enlazar con el Metro de Caracas y el Ferrocarril”.
- Paralelo a ello, venimos haciendo un conjunto de transformaciones urbanas, se han construido tres modernas instituciones educativas, incluyendo la de niños especiales, transformaciones de carácter vial como el elevado Bicentenario, el distribuidor Los Cerritos, algunos puentes de intersección dentro de la ciudad, así como el Parque de Los Coquitos, y en la actualidad estamos demoliendo el elefante blanco en la avenida Bolívar, espacio que se dedicará a la cultura.

En materia de viviendas Jaua recordó la construcción del complejo habitacional en Los Chorritos, “allí ya entregamos los primeros 80 apartamentos de un total de casi 300, para damnificados y sacar a muchas familias en riesgo de la carretera vieja Caracas - Los Teques; en El Paso hay un proyecto urbanístico para 200 apartamentos, igualmente en La Ladera (Carrizal), Lomas de Paramacay y otros colectivos que han presentado proyectos de viviendas que entrarán en el presupuesto del 2013”.

- Es triste decir que el gobernador saliente, se va sin dejar una sola obra importante para la ciudad de Los Teques, habría que preguntarse cuántas veces pisó Capriles el despacho de la gobernación, esa es una reflexión que deben hacerse los ciudadanos de Los Teques.
Chávez gana en Miranda

A una semana de las presidenciales, ¿Elías Jaua se atreve a dar proyecciones de los resultados?
- Lo que puedo decir es que Chávez gana, según lo que indican todas las encuestas, hablando de las serias y no las que dan empate técnico o que Capriles va ganando sin explicar metodología, las tradicionales, esas le dan una ventaja que va desde los 11 puntos hasta los 17.

“Más allá de una ventaja importante, en una democracia gana el que logra la mayoría de los votos y nosotros lo que aspiramos es que la oposición reconozca los resultados, por eso el  llamado a nuestra militancia es a redoblar los esfuerzos para lograr la más amplia ventaja, porque mientras más grande sea menos probabilidades hay de que se activen los planes violentos de algunos sectores”.

Asegura que su esfuerzo está centrado en esta entidad, “Miranda es un estado que está muy  polarizado, sobre todo por el peso que tienen los municipios metropolitanos como Baruta, Chacao, El Hatillo y otros como Los Salias y parte de Carrizal; Guaicaipuro es un valuarte de la revolución, el pueblo de Los Teques valora todo lo que se ha hecho por esa ciudad, la atención especial que le ha dado Chávez, nosotros estamos convencidos que en Guaicaipuro vamos a ganar”.

- Estamos trabajando con toda la maquinaria bolivariana para lograr la victoria de Chávez en Miranda, entre otras cosas para darle una lección moral a quien llegó a la gobernación ofreciendo resolver los problemas de los mirandinos y a lo largo de 4 años lo que ha hecho es utilizarla como una plataforma política para la aspiración de un grupo económico e intentar asaltar a Miraflores.

Sin candidato en Guaicaipuro
Jaua es tajante al declarar que por ahora la prioridad es otra, “en este momento el partido ni siquiera ha definido el mecanismo de selección de sus candidato a alcaldes, eso es para abril del año que viene, nuestra concentración ni siquiera es en la gobernación, sino en la batalla del 07 de octubre”, dijo al ser consultado sobre quien enfrentará al candidato de la unidad en las elecciones de alcaldes pautadas para el año entrante.


Fotos: Malva Suárez Silva


lunes, 3 de septiembre de 2012

Roderick Navarro

“Sabía que si quería sobrevivir
tenía que lanzarme del autobús”

Dos sujetos armados lo atacaron cuando viajaba en un autobús, la razón: vestía una franela del Movimiento Estudiantil. Roderick cuenta cómo fue la noche que fue víctima de intolerancia política

Daniel Murolo
Edición Aniversario La Región 
“Dónde están los estudiantes para que te defiendan”, le gritaba uno de sus agresores mientras lo golpeaba aquella noche. Roderick Navarro, miembro del movimiento estudiantil venezolano, pensó que no sobreviviría al ataque armado de dos sujetos dentro de un autobús cuando regresaba a su residencia.

Ese día, 3 de diciembre de 2007, el Movimiento Estudiantil celebraba la victoria del “NO” en los resultados del referéndum con el que el Gobierno Nacional intentaba modificar 69 artículos de la Constitución. Roderick formaba parte de la organización desde su activación en mayo del mismo año, cuando el presidente Chávez decidió no renovar la concesión al canal de televisión RCTV por su vencimiento.

“Llegó la noche y yo aún estaba en Caracas celebrando”, recuerda el joven residenciado en Guarenas. “Me trasladé hasta la parada de autobuses para tomar uno hasta mi casa, cuando me subí estaba solamente el chofer, por lo que esperamos algunos minutos para ver si llegaban más pasajeros”.

En minutos se subieron dos sujetos y el colectivo arrancó, “yo era un chamo que estaba comenzando en la política, ese día estaba bien identificado con el movimiento estudiantil, vestía una pañoleta y una franela con nuestro símbolo: las dos manos blancas”, recuerda.

Sin mediar palabra uno de los sujetos desenfundó un arma de fuego y apuntó al chofer, mientras que el otro se dirigió al asiento en el que estaba sentado Roderick. “El tipo se ensañó conmigo, el bus tomó la vía dirección a la avenida Francisco de Miranda mientras este individuo me insultaba y golpeaba sin parar”.

“Me arrancó la camisa, mientras se burlaba y me decía que llamara a los muchachos de movimiento para que me salvaran, fue cuando sacó un arma y comenzó a golpearme con fuerza en la cabeza”.

En medio de la golpiza el joven logra zafarse y corre hasta la puerta de la unidad en la que se desplazaban, “no me importó que iba a 80 kilómetros por hora, pensé que si no lo hacía me iban a matar, por lo que salté en medio de la noche”.

Tras rodar varios metros en el asfalto, Navarro cae frente a la sede del Instituto Nacional de Parques, “estaba sin camisa, con un solo zapato, sangraba por todos lados, gracias a la adrenalina pude ponerme de pie y pedir ayuda a un grupo de guardia nacionales, quienes no me prestaron atención”.

Caminó hasta el local contiguo el cual tenía el portón abierto, “tenía los pies destrozados, lo primero que hice fue tomar agua, era un sensación terrible, sentía como si tenía una esponja de alambre en la boca, tenía los labios y la lengua lacerada por los golpes, me acosté en los asientos de espera y fue cuando se me acercó un GN quien quería desalojarme del sitio, le expliqué todo lo que me había pasado, que me prestara un teléfono, pero insistía en que tenía que retirarme del sitio, porque parecía un indigente”.

Tras quedarse dormido algunos minutos fue despertado por una mujer, quien le regaló una franela y lo ayudó a contactar a su familia. “Cerca del amanecer llegó mi familia, fue cuando me di cuenta lo mal que estaba, no me podía parar, el dolor era insoportable”.

Tras permanecer varias semanas en silla de rueda Roderick fue sometido a una cirugía en la rodilla para corregir sus ligamentos, los cuales resultaron dañados. “Fue como un secuestro exprés, fue un claro ejemplo de la intolerancia política del país, personas identificadas con el gobierno que aprovecharon para descargar su furia en mi”.

Recuerda que la persona en quien pensó mientras era golpeado, fue su madre, “por ella sobreviví, por ella me armé de fuerza y logré escapar del sujeto y lanzarme del autobús”. 

“Estaba sin camisa, con un solo zapato, sangraba 
por todos lados, parecía un indigente”.

Julius Castro

“Una nube con forma de hongo me
advirtió que había explotado Amuay”


Un escape de gas provocó el incendio de nueve tanques de combustible y 
destrozos y derrumbes en las viviendas aledañas
Daniel Murolo
Edición Aniversario La Región
El estruendo hizo crujir techos y ventanas, la onda expansiva arrancó puertas y sumió en una profunda oscuridad todo el sector. “Yo estaba dormido, desperté presa del pánico, pensando que había estallado una bomba sobre mi hogar”, recuerda Julius Castro.

Era un poco más de la una de la mañana del sábado 25 de agosto cuando una intensa luz naranja escandiló el cielo en Paraguaná. “No recuerdo cómo me levanté de mi cama, en medio de la oscuridad sólo pensaba en que tenía que salir de la vivienda, cuando fui a abrir la puerta de mi cuarto me llevé la sorpresa de que ya no estaba, había sido arrancada del marco”.

Lo primero que pensó Julius, residente del sector San Rafael del municipio Los Tanques del estado Falcón, es que había estallado la planta eléctrica Josefa Camejo, ubicada muy cerca de su residencia. “Cuando salí de mi casa inmediatamente miré en dirección a la planta, pero no había humo, pero al voltear vi una enorme nube con forma de hongo, como las que provocan las explosiones nucleares, que dominaba el cielo, era aterrador”.

Había  explotado Amuay, una de las tres centrales que forman parte del Centro Refinador de Paraguaná en Punto Fijo, uno de los mayores del mundo, ubicado a escasas cinco cuadras de la residencia de los Castro.

- Todos comenzamos a correr, busqué inmediatamente comunicarme con otros familiares que viven cerca para saber cómo estaban, nos concentramos todos en un sitio y decidimos irnos para resguardar nuestra seguridad, luego nos enteramos que otras personas habían sido desalojadas antes de la explosión, es decir, una hora antes habían alertado a varios familiares de trabajadores de la refinería que había una fuga que no podía ser controlada y que se alejaran del lugar.

Un escape de gas provocó el incendio de nueve tanques de combustible y destrozos y derrumbes en las viviendas aledañas, sobre todo en el Destacamento 44 de la Guardia Nacional, cobrando casi medio centenar de vidas y más de 70 heridos.

Julius recuerda que aunque en muchos sectores de la zona tenían días  sintiendo un fuerte olor a gas, en el caso de su casa no, “mi vivienda está ubicada en un sitio donde la brisa pega con fuerza, sopla de mi casa hacia la refinería, por lo que ese olor no llegó, así que nos fuimos a dormir tranquilos. 

- Para nosotros fue como volver a nacer, pudo ser peor, habían muchas más esferas rodeando la que estalló, gracias a Dios se sellaron ellas mismas por el sistema de seguridad que tienen, no nos explicamos cómo no fue mayor, todo paraguanero tiene un familiar que trabaja en refinería, todo el mundo aquí está claro que las dos refinerías están en el piso por falta de mantenimiento.

Julius junto a su familia desalojó su casa minutos después de la explosión, “no hemos vuelto desde entonces, estamos esperando que Protección Civil  (PC) o bomberos evalúen si puede ser habitada nuevamente, nosotros tenemos suerte de podernos quedar en casa de familiares, pero otros vecinos están en refugios desde el sábado”.

La explosión de Amuay es considerada la más grave del mundo en los últimos 25 años. A cuatro días del hecho, siguen ardiendo los tanques y aumenta la cifra de fallecidos. 
“Para nosotros fue 
como volver a nacer”

sábado, 1 de septiembre de 2012

José López:

“Una fuerza superior me ayudó
a salir con vida del lago”

José López fue uno de los 11 pasajeros que sobrevivieron cuando el autobús en el que viajaba se precipitó al Lago de Maracaibo la noche del 5  de abril de 1991. 59 no lo lograron. 

Daniel Murolo
Edición Aniversario La Región
En milésimas de segundos el asfalto de la vía del puente sobre el lago de Maracaibo desapareció de la vista de José. “Tras impactar con la baranda central, saltamos a la vía contraria quedando de frente al agua”, recuerda.  El autobús, cargado de 59 pasajeros, cayó al vacío 15 metros. Comenzaba así su lucha por sobrevivir.

5 de abril de 1991. La emoción de poder viajar desde Barquisimeto hasta Puerto Cabello en tren, lo llevó a tomar aquella noche el bus 17, placas C-01354 de Expresos Occidente. “Yo me quedaba en Lara, tenía 20 años, estaba estudiando el quinto semestre de Comunicación Social, la idea de poder ir a visitar a mi tía en tren -línea ferroviaria que ya no funciona- me hacía ilusión”, recuerda.

Eran las 11:00 de la noche con seis minutos y 48 segundos, según el reloj del conductor que fue encontrado sin vida posteriormente, cuando la unidad se sumergió en las profundas aguas del lago. “Me faltaba el aire, pero no pensaba en eso. Me concentraba en nadar rápido, en llegar a la superficie”, recuerda José, tras aclarar que nunca pensó que sería su final. “Creo que me ayudó el hecho de estar calmado. Dos años antes del accidente había aprendido a nadar”.

La oscuridad era total. “Dejé que la fuerza de gravedad me ayudara, nadaba hacia arriba. Mis manos tocaron algo duro, creí que era algo que estaba flotando y sentí un alivio al pensar que ya estaba cerca, pero la tranquilidad se disipó cuando sentí que me hundí más al tratar de aferrarme. Eran maletas, no había llegado a la superficie”.

Nadando entre los cientos de escombros, producto del impacto de la pesada unidad contra el agua, finalmente se agarró a una pequeña tabla, la cual utilizó para impulsarse. “Ya no tenía oxígeno, me ahogaba, fue cuando salí a la superficie, tome una enorme bocanada de aire”.

Un fuerte golpe recibido en un ojo le impedía ver. “Estaba oscuro, la corriente nos había alejado del puente, escuchaba gente gritando, fue cuando a lo lejos vi un caucho flotando”. El salvavida improvisado había sido lanzado por un grupo de personas que atónitas veían desde el puente.

José debió nadar entre 20 y 30 metros para llegar. “Al caucho estaba aferrado Jorge, un joven karateca que viajaba aquella noche junto a su amigo Arístides, quien no pudo salir del bus, estaba como en shock, lo animé a que nadáramos hasta la base del puente”.

“Nos lanzaron muchos mecates desde arriba para subirnos. Le dije al muchacho que subiera él primero. Le hizo un nudo, metió un pie y comenzó el ascenso”.

- Fui el segundo en agarrar el mecate. Al llegar arriba, enseguida pregunté por el muchacho que había subido antes, pero quienes me ayudaron me dijeron que era el primero en llegar. No lo podía creer. Mi compañero se cayó en el trayecto sin que yo lo notara. Tres de los 11 sobrevivientes salimos así, gracias a la gente que nos lanzó los mecates.

21 años después de lo que es considerada la peor tragedia vial sobre el puente, José asegura que una fuerza superior lo ayudó a salir con vida del lago. “Todos los días Dios se nos manifiesta de alguna manera, sólo debemos confiar en él y en nosotros mismos”.

La dura prueba que le tocó vivir no le impidió seguir con sus metas. “Dos meses más tarde, cuando me recuperé, hice otra vez mis maletas y me embarqué de nuevo en un bus para ir a visitar a mi tía. Tiempo después el destino me llevó a trabajar en un diario de la Costa Oriental del Lago. Atravesaba el puente dos veces al día. Nunca sentí temor de cruzarlo, ni después de sobrevivir a la caída”.

“Nunca pensé que sería mi final. Creo que 
me ayudó el hecho de estar calmado”

miércoles, 29 de agosto de 2012

Malvina Pesate:

“Un ángel tomó la bala y la dirigió”

Una primer tiro -hasta el momento se desconoce de qué bando salió- desató una verdadera guerra en la avenida Baralt, Caracas. Policías, francotiradores, militares y civiles atacaron y fueron atacados en un frente de batalla que dejó una docena de muertos y cientos de heridos.

Daniel Murolo
Edición Aniversario La Región
La imagen de Malvina Pesate cayendo al piso luego que una bala atravesara su rostro, le dio la vuelta al mundo. Ella, al igual que una gran cantidad de venezolanos, salieron aquel 11 de abril de 2002 a la calle para pedir la renuncia del Presidente de la República. 

“Era la primera vez que me colocaba una franela que me identificaba con un partido político”, recuerda una década después, tras añadir que a su juicio fue justamente el vestir esa prenda tan llamativa (amarilla) y su estatura (casi 1,80) lo que la convirtió en un blanco fácil para el francotirador desconocido que esa tarde le quitó la vida a varios manifestantes. 

Malvina asegura que nunca escuchó ninguna detonación de arma de fuego. “Yo veía eran piedras, una lluvia de piedras que nos lanzaban, recuerdo que cuando llegamos a la esquina de La Pedrera, los muchachos que estaban conmigo me pidieron que me quedara allí, mientras ellos se adelantaron”.

- En segundos vi un señor que estaba a pocos metros de mi (Jorge Tortoza), caer de cara al piso, comenzó a botar mucha sangre, me asusté y comencé a llamar a quienes estaban conmigo, en ese momento sentí el impacto.

“No era dolor, fue como un golpe muy fuerte en la cara y pensé: me pegaron una pedrada”, su rostro comenzó a dormirse y es cuando cae hacía tras perdiendo el conocimiento. “Todos pensaban que estaba muerta, me arrastraron hasta una pared, recobré el conocimiento y es cuando me suben a una moto de la Policía Metropolitana y me trasladan a un centro de salud”.

Malvina se enteró que había recibido un balazo tres días después, en la habitación de la clínica en la que se recuperaba. “Siempre pensé que había sido una pedrada, veía a mis amigos y familiares llorar y les pedía que se quedaran tranquilos, que sólo había sido una piedra”.

“No tengo duda, un ángel tomó la bala y la dirigió, sólo eso puede explicar que haya entrado a pocos centímetros de mi boca , reventara mi mandíbula y saliera por la nuca, causando sólo insensibilidad absoluta en varias partes de mi rostro al dañar varios nervios”. No dejó esquirlas, los médicos no entendían qué había pasado, sólo observaban atónitos  el curso de la bala a través de la cabeza de Malvina. 

- Hoy en día tengo insensibilidad en ciertos puntos dentro de la boca. Las cosas me cambiaron de sabor, tuve que aprender a comer. Una bala que me pudo haber matado o dejarme en vida vegetal, no hizo nada. El hueso soldó perfecto, si ven una radiografía no creerían que el algún momento sufrí una fractura de esa magnitud.

Una década después del suceso, asegura que fue difícil volver a la normalidad tras conocer lo cerca que estuvo de morir. “No entendía como alguien pudo quererme matar sin conocerme, sin que yo le hubiese hecho algo, yo estaba simplemente manifestando, como cualquier otro ciudadano”.

Desde entonces cada 11 de abril le cantan cumpleaños. “Yo volví a nacer ese día, todos los años mis amigos y parientes me pican una torta y me cantan, estoy viva, me dieron una segunda oportunidad y eso hay que celebrarlo”.

Pese a la presión de la familia y de muchos allegados, Malvina volvió a las calles a manifestar pocos meses después del tiroteo, “no he abandonado la calle, sigo en pie de lucha por lo que creo, Dios me dio una segunda oportunidad y no pienso desperdiciarla”.

“No entendía como alguien pudo 
quererme matar sin conocerme”.


Daniela Bascopé

“A mí no me quedó más
opción que luchar o morir”

El relato de supervivencia de Daniela Bascopé, talentosa actriz diagnosticada con cáncer a los 24 años de edad, y su determinación a seguir viviendo
Daniel Murolo
Edición Aniversario La Región
Cuando a Daniela Bascopé le dijeron que tenía cáncer, algo inexplicable pasó dentro de ella. Mientras la mayoría de los pacientes que reciben ese diagnóstico son invadidos inmediatamente por sentimientos como miedo y terror, ella por el contrario sintió paz interior y la certeza de que iba a superarlo.

“Fue casi como un alivio saber finalmente que era lo que tenía”, agrega la joven actriz, quien recibió de boca de su abuelo, quien es médico, la noticia. “Tenía más de un mes en terapia intensiva, operándome de varias cosas, los especialistas no daban con mi diagnóstico, lo que era peor porque la enfermedad avanzaba al no recibir el tratamiento adecuado, mi familia lo supo 48 horas antes que yo”.

Daniela, quien irónicamente en dos ocasiones había interpretado como actriz a mujeres que padecían la enfermedad, comenzaba así su batalla personal con la certeza de que lograría la victoria. “Igual que sucede con los hombres que van a la guerra, a mí no me quedó más opción que luchar o morir”.

El proceso no fue fácil, asegura que estuvo lleno altibajos y depresiones. “No es que tuve una metodología clara para superar la enfermedad, fui aprendiendo en el camino, en mi caso me apoyó muchísimo la familia, fue fundamental, recibí el apoyo de muchos amigos y personas no conocidas”.

- La parte más difícil la vi como una experiencia que me podía dejar una enseñanza, dejé de  preguntarme por qué a mi y comencé a buscar el significado de por qué me estaba pasando, traté de sacarle provecho a mi enfermedad, ver qué mensajes me enviaba, qué cosas me quitaba y cuáles tenía que valorar más.

Recuerda uno de esos días difíciles en los que pensó que no podría superarlo. “Ese día sentí mucho miedo y recuerdo que tuve un pensamiento directo hacía Dios, le dije: `Coño no quiero que me saques del juego aún´”.

Asegura que perder el cabello fue lo de menos. “Tuve que vivir tantas cosas antes y durante el tratamiento que perderlo fue una estupidez, estar en terapia intensiva fue lo peor, lo más duro”.

La experiencia hizo entender a Bascopé la vulnerabilidad humana y la enseñó a apreciar la vida con otros ojos, aunque aclara que el hecho de haber superado una experiencia de este tipo no implica “que uno viva en un estado de iluminación perenne”.

“Si hay muchas cosas que se redimensionan, hay días que te das cuenta más que otros, uno tiene la tendencia de ir olvidando -ya han pasado 5 años- hay cosas que me quedan y que no se olvidan, trato de no darle importancia a lo que no lo tiene”, reseña, tras aclarar que ahora valora más a su familia y se “vacila todo los detalles de la vida, desde el jugo de lechocita con limón hasta la luz que entra al vehículo cuando manejo”.

Vencer y vivir
El relato de sobrevivencia de Bascopé quedó plasmado en un libro, el cual desde su publicación ha servido de inspiración a cientos de venezolanos que les ha tocado librar la misma batalla. “No es que yo tenga todas las respuestas, pero quizás muchas cosas que yo hice en mi proceso le sirvan a otros”, aclara, luego de recordar que escribir “Vencer y Vivir” fue una terapia.

“Siempre había escrito diarios, es una forma de hacer catarsis muy útil que siempre recomiendo, a medida que fui escribiendo me di cuenta que podía transformarse en una herramienta útil para los demás, no solamente para que yo me descargara (...) se lo pasé a  Antillana que fue la editorial que me la publicó y ya vamos por la quinta edición”.
Le dije a Dios: Coño no quiero 
que me saques del juego aún”.

miércoles, 4 de julio de 2012

Actriz venezolana, Elizabeth Morales:


“Por mi paz mental 
y la de mis hijos 
viajé 5.604 kilómetros”

A pesar de mantenerse en la cresta de la popularidad en la tv, Elizabeth Morales decide junto a su familia dar un cambio radical en su vida y residenciarse desde 2004 en Canarias, huyendo del principal problema de los venezolanos: la inseguridad.


Daniel Murolo 
Edición 46 Aniversario La Voz
El día llegó. Un profundo sentimiento de abandono la embargó, comenzó a llorar sin parar, sólo recuerda que cuando el avión despegó volteó a ver a su esposo, quien viajaba a su lado sosteniéndole la mano, “yo no sé de qué nos estamos salvando, pero nos salvamos”, le dijo.

Han pasado 8 años. A diferencia de muchas otras actrices, Elizabeth Morales no se fue del país en busca de su internacionalización, mucho menos huyendo de la fama generada por su trabajo en 17 telenovelas y un importante número de películas. “Me vine a Canarias por mis hijos, escapando de la inseguridad”.

Elizabeth se negaba a tener que educar a sus hijos tomando como base la prevención ante el alto indice de inseguridad, pues vivía en Caracas, la cuarta ciudad más violenta del mundo. “Cosas tan tontas como ir en el carro y armarle un lío a mis niños como si estuvieran cometiendo un gran pecado porque habían bajado la ventanilla o ir aterrada a llevar a mi hija al colegio, que quedaba a dos cuadras, porque habían secuestrado a un niño en la zona, era demasiado para mi”.

- Todo eso nos fue llevando a tomar la decisión de venirnos a otro país, donde no tuvieran que crecer mis hijos con tanto miedo, además rechazaba tener que educarlos con la convicción de que era algo normal, que creo ese es el problema en Venezuela, que cuando nos acostumbramos a que hay que vivir de esa forma llegamos a creernos que es normal.

Hoy día vive junto a su esposo, el también actor José Zambrano, en Santa Cruz de Tenerife, España. No ha vuelto desde entonces a Venezuela, pero asegura que sigue de cerca los acontecimientos que ocurren en su patria. 

“Yo me vine muy agobiada y obstinada, en un momento cuando no sólo el problema era la inseguridad, sino que todos los días habían protestas en Caracas, cierre de calles, las llamadas guarimbas, estaba muy saturada, lo hice por mi estabilidad emocional y la de mis hijos”, recuerda.

Morales, quien logró el reconocimiento como actriz en Latinoamérica por su actuación en Amor de Papel (coproducción con Antena 3 España),  Peligrosa y Ángel Rebelde (realizada en Miami), recuerda claramente cual fue el detonante para tomar la decisión de dejarlo todo.

Un día al llegar a su residencia se encontró con una amarga sorpresa: sujetos habían ingresado tras forzar la cerradura cargando con todas sus pertenencias. “Es horrible sentir que violaron tu intimidad, ver tu ropa interior en el piso y saber que alguien la manoseó, ver las pisadas (...) no sólo el vivir eso, es saber que esos delincuentes vieron como vivías, cuantos hijos tenías, sino que los pocos ahorros que teníamos entonces los tuvimos que gastar cerrando la casa como una jaula”.

Inmigrante privilegiada
Asegura que el proceso de adaptación fue fácil. “Me vine a un sitio donde ya tenía familia viviendo, para rematar muchos de mis grandes amigos de Venezuela ya se habían venido a vivir para acá, eso facilitó mucho el proceso”.

“Yo no me creía una diva en Venezuela, nunca, lo que sí me creía era que había nacido para ser actriz, para trabajar en teatro y cine el resto de mi vida, yo estaba canalizada que esa sería mi vida hasta que muriera; pero qué descubro al salir de mi país, pues que yo sí era capaz de vivir de otra cosa y no lo sabía, pensé que me iba a pegar, pero no fue así”. 

En Canarias a Elizabeth le ha tocado hacer de todo, “cosas que en Venezuela jamás imaginé que podía hacer: trabajar como asesor de seguros, vendiendo lineas tenefónicas, tuve un local donde sacaba fotocopias, enviaba fax, productos de regalos y hasta agente inmobiliario”, enumera entre risas.

En cuanto a su mundo, el de la actuación y el espectáculo, recuerda que al llegar a España lo primero que hizo fue tocar puerta en los canales locales. “Hice casting, pero cuando fui conociendo como era el medio aquí, supe que era imposible pretender vivir de eso, tengo una familia y debo trabajar en lo que sea, y lejos de molestarme o pegarme, me gustó. Al principio fue como una aventura, ya no lo es, es parte de mi vida”.

Trabajó como productora y presentadora en  Millenium MX, formando parte de un novedoso concepto en radio “Confidencias en un baño de damas”, para luego liderar el magazine matutino Buen Día durante dos años. Es cuando le llega la oportunidad de subirse nuevamente a un escenario

- Lo que hago como actriz acá es casi por hobby, hasta el momento he presentando dos obras “Monólogo con Ovarios” escrita por la venezolana Indira Páez y “Adictos” una pieza de José Enrique Padrón que muestra de forma cruda la realidad del consumo de droga entre los jóvenes.

En cuanto a regresar a su país, asegura que hasta el momento no se lo ha planteado. “No cambio la paz que acá tengo por nada, además sería muy difícil para mis hijos, cómo decirles que no pueden ir a una plaza a pasear con sus amigos hasta tarde porque es peligroso. Pero no digo que no, porque cuando yo estaba en Venezuela y veía a mis amigos que se venían para acá, yo decía que ni loca lo hacia y aquí estoy”.

Sin embargo asegura que añora la forma de ser de la juventud venezolana, “quizás no tiene la libertad de salir solos por la inseguridad, pero tienen otras cosas como la crianza y cultura que me gusta y tanto extraño”.

Porque mi salud está primero
Elizabeth no sólo tuvo que sacrificar su fama por el bienestar de su familia, sino también privarse de alguna de las cosas que más amaba hacer y degustar en su Venezuela. “Si me preguntas qué es lo que más extraño, te diría el olor del mar, porque aunque vivo en una isla (Tenerife, archipielago canario) acá no huele como en Venezuela (...) yo recurdo bajar hacia La Guaira y estando aún lejos de la costa bajar la ventanilla del carro y decir: que rico, huele a salitre a mar, aquí no”.

Recuerda igualmente la bahia de Cata, lugar donde desde niña -asegura- pasó todas sus vacaciones y luego de casada Higuerote y a la isla La Tortuga. “El platano, como lo extraño, aquí no lo hay,  me he acostumbrado a freir el cambur, porque para nosotros (los venezolanos) es un contorno casi obligado, a veces se consigue ya picado y cogelado, yo feliz como una limbruiz, me sabe a gloria”.   

Actor y escritor venezolano Leonardo Abreu


“El estrés de las colas me
hizo huir de Venezuela”

Estando en España, el también guionista comprendió que la vida es una sola como para perderla esperando, bien sea dentro de un automotor, en un supermercado o para tomar un autobús

Daniel Murolo 
Edición 46 aniversario La Voz 
El exilio económico y político que provocó la dictadura fascista del general Franco (1936-1975) obligó a la familia Abreu a cruzar el Atlántico hacia el nuevo continente. Llegaron a Venezuela procedentes de las Islas Canarias en la década del 60, acá encontraron paz y tierra fértil, echaron raíces, conformaron una familia.

“Quién iba a imaginar que después de tantos años sus hijos repetirían la historia, regresarían a Canarias”, reseña Leonardo, uno de los dos hijos que la familia Abreu crió y educó en Venezuela, “me regrese a España buscando exactamente lo mismo que mis padres hace 40 años: calidad de vida”.

Leo, actor y guionista de telenovelas, cumple ya 4 años viviendo en Tenerife. “Me vine buscando un poco de calidad de vida y es lo que he encontrado, no es que Venezuela no me guste, extraño muchísimas cosas, pero por mi salud mental y hasta física tuve que venirme, mis padres siguen allá, en Caracas”.

Asegura que vivir “haciendo cola” no es vida, “uno entiende que pueda haber congestión en las calles de Caracas de lunes a viernes, porque son días laborales, por la misma dinámica de la ciudad, pero cuando es sábado o domingo y la cosa no cambia, es demasiado”, reseña.

“Colas para todo, para ir al banco, para ir al cine, para tomarte un café, para entrar al cine, al teatro, sientes que la vida se te va en las colas”, reseña Abreu, quien vive en la actualidad en Cuesta de La Villa, La Orotava, una pequeña ciudad a los pies del Atlántico y a espaldas del volcán Teide, ubicada a 30 minutos de la capital Santa Cruz de Tenerife.

Pero más allá del tiempo que se pierde al esperar en fila, agrega que el problema de fondo es lo que esto genera en el comportamiento de las personas. “Ni hablar de todo lo que se ve en una cola, siempre está el más vivo, el que reclama, las amenazas, la violencia, es un circulo vicioso que estresa, que desgasta física y mentalmente”.

“Acá toca guapear y tratar de que la melancolía no te haga malas jugadas”, agrega el joven actor, tras recordar como extraña los cachitos y subir cada domingo el cerro Ávila “de donde se puede escuchar la ciudad, es algo mágico”.

A diferencia de otros venezolanos erradicados en España, Leonardo visita su país cada vez que puede. “Todo sigue igual, fui a Venezuela en diciembre, el problema no es político, es de idiosincracia, es social, lamentablemente y allí entra la inseguridad, ya no eres tan libre como lo eras antes y cada año que pasa uno es menos libre, lo triste es que la gente se está adaptando, cuando sales al exterior te das cuanta que vivir así, no es vivir”.

- Pasa como a los cubanos que nunca han vivido en democracia, mientras no salgan de la isla ellos están contentos, el problema es cuando pueden comparar, me pasó muchas veces cuando iba de vacaciones a determinado sitio y volvía, decía: por qué no podemos cambiar, intentas ser el ciudadano estrella pero te traga la realidad, terminas comportándote como  el resto.

Asegura que por esa razón aumentó la emigración de venezolanos. “Hubo una ola impresionante desde el 2000 que emigraron, recuerdo que cada vez que el Presidente daba una cadena, las colas frente al consulado eran impresionantes, no sé como será ahora, ahora en cualquier parte del mundo hay un venezolano”.

Leonardo le debe a Venezuela lo que es, eso lo tiene claro. “Desde hace 11 años escribo guiones para tv, pero comencé como actor, haciendo comerciales de televisión”, agrega, tras enumerar las producciones en las que trabajó: “Muñeca de Trapo, luego Trapos Íntimos en RCTV, en la que interpretaba un personaje muy interesante, la novela tuvo que ser recortada porque fue la época del paro, el ataque contra los medios por lo que se tuvo que reducir los exteriores y con ello se redujo el guión”.

- Luego estuve en Miami haciendo La Caribeña, una telenovela para una televisora local de Miami, eso me ayudó a entrar a la escuela de Alberto Gómez, que es un gran dramaturgo del género rosa y es a lo que me dedico ahora, hago guiones para telenovelas y radio novelas en México. Recientemente estuve dialogando para la novela Natalia del Mar.

En la actualidad trabaja en una obra de teatro en la que actuará junto a la actriz Elizabeth Morales bajo la producción de Arnaldo Tejera, todos venezolanos. “Trata el tema de la separación, una pareja del tercer piso que se hicieron novios muy jóvenes, él piensa que ella lo engaña con otro y ella que él la engaña con otro, a través de una terapia se desarrolla una trama divertida con pinceladas de realidad, pero siempre utilizando la realidad”. La misma será estrenada en Canarias en septiembre.

En cuanto a la posibilidad de volver a su país, Leonardo es enfático al decir que por razones de trabajo iría sin pensarlo mucho, a vivir de nuevo, no se lo ha planteado. “Uno no debe decir de esta agua no beberé, el ejemplo son mis padres, ellos en un momento se fueron a Venezuela porque aquí no se podía vivir, no por el tema de la inseguridad, sino por el económico, el Bolívar  entonces valía mucho más que la peseta, quien iba a decir que sus hijos se iban a regresar porque iba a ocurrir lo mismo en Venezuela, quien sabe, la vida es cíclica, quizás me toque regresar de nuevo.



Porque mi salud esta primera
Leo no sólo dejó en Venezuela una carrera como actor, sino también a grandes amigos y lo más importante su familia. Cree que el sacrifico vale la pena, tomando en cuenta el estrés al que estaba sometido debido al caos y la inseguridad que reina en la capital de la República. Aclara que cada vez que puede toma un avión y regresa a su tierra, donde disfruta de las playas cálidas y de la alegría que caracteriza a los venezolanos.

lunes, 2 de julio de 2012

La historia de dos imágenes con una intrigante similitud

28 de marzo de 1993. Kilómetro 57 de la ARC

Dos tragedias inmortalizadas 
a través de un click
Daniel Murolo 
Diario La Región
Entre ambas hay casi dos décadas de diferencia. Tomadas por testigos presenciales de hechos aislados ocurridos en tiempos y puntos geográficos distantes, guardan entre si una intrigante similitud. Fernán y Deysi lograron captar para la historia en imagen la desolación dejada por dos emblemáticas tragedias.

Una en blanco y negro, la otra a full color. En ambas el protagonista es un autobús convertido en amasijo de hierro sobre un pavimento agrietado por el intenso calor de las llamas, socorristas consternados por lo ocurrido le otorgan el “elemento humano” y en primer plano, el cuerpo de una de las tantas víctimas de la tragedia.

La primera fue tomada el 28 de septiembre de 1993 a la altura del kilómetro 57  en la Autopista Regional del Centro; Fernan Hernández fue el primer reportero gráfico en llegar al lugar, ubicado muy cerca de Las Tejerías, población aragüeña.

29 de diciembre de 2011. Kilómetro 04 de la Panamericana

El hecho ocurrió a las 7:45 a.m, hora de mayor tráfico en dirección a la ciudad de Caracas. Una excavadora de la empresa española Abengoa que hacía trabajos para la instalación de un cable de fibra óptica en un lateral de la autopista perforó el gasoducto de la sociedad Corpoven, filial de la estatal Petróleos de Venezuela. La explosión, con una onda expansiva de 200 metros, fue inmediata.

La bola de fuego envolvió los vehículos que en cola avanzaban lentamente producto de los trabajos. Aunque más de una docena de carros resultaron calcinados, Hernández, reportero gráfico, centró su atención en el autobús.

“Habían muchos cadáveres -cerca de 50 personas murieron calcinadas- diseminados en los cuatro canales de la ARC, pero ver aquella unidad colectiva quemada completamente, parcialmente destruida por las intensas llamas, era desolador; esa instantánea resumía la magnitud de la tragedia”, recuerda Hernández.

“El calor era tan intenso que las suelas de mis zapatos se derretían”, recuerda el reportero; “la enorme llamarada de fuego se podía observar desde varios kilómetros de distancia, era algo subreal”.

El relato de Fernan es dramáticamente similar al de Deysi Peña, quien casi 20 años después, el 29 de diciembre de 2011, presenció y registró para la historia una gráfica similar.

A diferencia de lo ocurrido en la ARC, en el kilómetro 4 la Panamericana  se desató el infierno luego de que el conductor de una gandola cargada con combustible perdió el control y se encunetó derramando la gasolina. En cuestión de segundos un auténtico río de fuego consumió varios vehículos, entre los que se encontraba una unidad colectiva.

“Aunque lo primero que vi al llegar fue la gandola aún en llamas, mi atención, al igual que la de todos los que allí estábamos, era el autobús, pues hasta ese momento desconocíamos cuantas personas habían dentro”, recordó.

Aquella tarde Peña hizo cerca de un centenar de fotos de lo ocurrido; “sin embargo al momento de tomarla supe que esa era la que estaba buscando”. La misma no sólo fue publicada en el diario La Región, sino también en primera página de La Verdad (Zulia) y reproducida en varias paginas web nacionales e internacionales.

 
“Varios días después fue que un compañero de trabajo me comentó la similitud de mi imagen con la famosa foto del autobús calcinado en `La Tragedia de  Tejerías´, fue cuando la busque y la vi”, recuerda.

Más allá del hecho curioso en el parecido de ambas gráficas, Hernández y Peña destacan que queda claro una vez más el poder de la imagen. “No importan los años que pasen, cuando una foto habla por sí sola queda grabada en la memoria de una sociedad, inmortalizando el momento”, sentenció Peña.

Fotos: Fernán Hernández (1993) - Deysi Peña (2011)

jueves, 21 de junio de 2012

Ayúdenme a ubicar a esta parejita

Amor al borde de “El Abismo”

Daniel Murolo 
La Región / Revista Dossier
Sinceramente el nombre de los protagonistas no lo recuerdo. Dejé pasar mucho tiempo entre el día que presencié la escena que me “inspiró” a escribir este post (5 de abril 2012) y el momento en el que me senté formalmente a redactarlo (20 de junio 2012). No me queda otro remedio que bautizarlos, desde ahora los llamaremos J y G.

Serían las 12:30 del medio día. Luego de caminar y pedir cola por más de 13 kilómetros desde el Campamento Catedral, vía El Paují (estado Bolívar), finalmente estábamos en la cima del Tepuy Kanauyén. El esfuerzo había valido la pena. Nos habían descrito "El Abismo", como uno de los lugares más bellos y espectaculares de la Gran Sabana. Pero se quedaron cortos, muy cortos.

Este lugar al que solo se llega caminando (perdí la cuenta del tiempo me eché) es el punto exacto de la geografía venezolana  donde termina la Gran Sabana y comienza la selva brasileña. Mi grupo, compuesto por un par de colegas y amigos, quedamos en silencio ante la impresionante vista.

Durante el ascenso, fueron muchas las personas con las que compartimos el camino, sin embargo un grupo compuesto por unos 15, que previamente nos habían dado la cola en tres camionetas en la que viajaban desde El Paují hasta la base del Tepuy, llamó particularmente nuestra atención. Ya J y G se habían cruzado en nuestro camino.

Nuestro silencio, producto de la contemplación, fue interrumpido por una pareja, dos señores de aproximadamente 60 años de edad que por fin llegaban a la cima, donde al filo del Tepuy J los esperaba impaciente con el resto de la familia.

“Suegros menos mal que llegaron, los traje hasta acá para pedir la mano de su hija”, dijo J, mientras sacaba de su koala una caja con lo que toda mujer desea tener en su dedo anular: una roca brillante.
La escena arrancó aplausos no sólo entre los familiares de J y G, sino entre algunos de los que me acompañaban y digo algunos, porque las chicas, no pudieron ocultar en su rostro una mezcla de envidia (no de la buena), guayabo y asombro.

“Te quieres casar conmigo”, agregó el chico, inyectando emoción a sus familiares y frustración a las solteras que me acompañaban. Sin duda J se la había comido. Lograr arrastrar a toda su familia hasta el punto más alto del Kanauyén,  que por cierto significa "sitio de mujeres menstruando", para pronunciar al borde de un abismo la referida celebre frase, amerita quitarse el sombrero ante él.

Pero a diferencia de lo que yo pensaba y seguramente ustedes piensan ahora, J no es el primero que protagoniza esta escena, digna de un film romanticon de hollywood, en “El Abismo”. En El Paují, abundan las historias como la de ellos.

Unos años atrás un chico caraqueño, tan sudado como J tras el empinado ascenso, le pidió la mano a su chica en el mismo lugar. Unos meses después  volvieron a El Paují a casarse y posteriormente bautizaron a sus hijos (morochos) en la iglesia de este pintoresco pueblo.

Igual ocurrió -según narran los residentes- con otra parejita, quienes retornaron luego de varios años a este punto del sur de nuestro país para montar un negocio y vivir “felices para siempre”.

“Es un lugar mágico, la leyenda dice que pareja que se compromete en el abismo permanecen junta hasta que la muerte les separa”, me explicó una vendedora de miel de la zona, arrancando risas fingidas de las chicas que me acompañaban.

Y algo de cierto debe tener la leyenda. Una de las solteras con las que compartí esta experiencia (si, la que casi estalla de envidia al escuchar a J), terminó enamorándose durante este viaje de un chico de la zona, hasta hoy (junio) siguen juntos. La otra, no pierde la esperanza. 

En cuanto a J y G lo poco que recuerdo es que viven en Cagua, estado Aragua, que ella estudia en San Juan de los Morros y que se lanzarán al agua (Dios quiera y no sea al abismo) a finales de este año. Acá les dejo la foto que les tomé, si los conocen díganle que con gusto los acompaño a brindar (o por lo menos avísenle que son famosos).  

Fotos: Daniel Murolo